Historia real

Un tema del que poco hablamos, pero que puede cambiarnos la vida la resequedad vaginal no es vejez y se puede solucionar si escuchamos nuestro cuerpo

Monica Aviles

10/25/20254 min read

Y si tú eres Helena?

Así conocí a Helena, una mujer vibrante y llena de vida, que siempre había disfrutado de su familia y su carrera.

Después de cumplir 42 años, comenzó a notar cambios que no entendía muy bien. Al principio fue solo una pequeña molestia, una sensación de incomodidad que parecía no tener importancia… pero con el tiempo, esa sensación se convirtió en una batalla interna que la hacía sentirse cada vez más aislada del mundo.

Helena reflexionaba sobre cómo había cambiado su vida, intentando comprender qué estaba pasando con su cuerpo. Consultó a su médico primario, quien le explicó que había iniciado un proceso natural de transición hacia la menopausia, llamado perimenopausia.

Durante su consulta, Helena le contó al médico que cada vez que tenía relaciones íntimas con su esposo sentía incomodidad; sin embargo, con el paso de los meses ese malestar se transformó en dolor.

El médico, quien la conocía desde hace años, le dijo que no se preocupara, que había solución, y le recetó medicación para equilibrar sus hormonas.

Al inicio, Helena sintió alivio… pero luego, al leer publicaciones que hablaban sobre posibles efectos secundarios de esos tratamientos hormonales, entró en pánico.

Ahora no solo tenía malestar físico, sino también preocupación y miedo.

En casa, las cosas tampoco iban bien. Su esposo, sin entender lo que pasaba, comenzó a sentirse rechazado. Sus encuentros íntimos se hicieron cada vez menos frecuentes, y él pensaba que ella ya no lo amaba o que había dejado de encontrarlo atractivo.

Cuando Helena llegó a mí para una sesión de coaching, iniciamos primero con una sección exploratoria para descubrir su Dosha (muestra cómo funciona tu cuerpo y tu mente juntos) con esta informacion comenzamos a trabajar en pequeños cambios cotidianos que transformarían su vida.

A través del proceso, se dio cuenta de que a veces, sin saberlo lo que comemos, pensamos o aplicamos en nuestro cuerpo puede ir en contra de los tratamientos médicos, reduciendo su efectividad.

Así, paso a paso, comenzó a implementar nuevos hábitos.

Y en solo siete días, los resultados fueron maravillosos.

Los cambios que transformaron la vida de Helena

1. Alimentación consciente

Helena aprendió que la alimentación es una herramienta poderosa.

Algunos alimentos ayudan a equilibrar las hormonas y reducir la inflamación, mientras que otros pueden agravar los síntomas.

Alimentos que ayudan:

  • Frutas y verduras frescas como manzanas, zanahorias y espinacas.

  • Alimentos ricos en omega-3 como el pescado nueces Y semillas de Chía.

  • Alimentos con vitamina D3, fundamental para el equilibrio hormonal se encuentran en pescados grasos, yema de huevo y exposición al sol.

🚫 Alimentos a evitar:

  • Azúcar refinada.

  • Comidas procesadas.

  • Alimentos muy picantes o con exceso de sal, ya que pueden aumentar la resequedad e inflamación.

2. Hidratación diaria

Beber suficiente agua es como darle un abrazo al cuerpo desde adentro.

Las mujeres en perimenopausia o menopausia deben procurar tomar entre 1.5 y 2 litros de agua al día, según sus necesidades individuales.

La hidratación adecuada ayuda a mejorar la piel, las mucosas y el equilibrio hormonal.

3. Cuidado externo y aceites naturales

Helena descubrió que algunos productos cosméticos o lociones podían irritar su piel.

Aprendió a elegir aceites naturales y esenciales según su dosha (tipo de energía corporal ayurvédica):

  • Vata: aceite de sésamo o almendra.

  • Pitta: aceite de coco o rosa mosqueta.

  • Kapha: aceite de mostaza o jojoba.

Estos aceites ayudan a mantener la piel suave, hidratada y en equilibrio.

4. Manejo del estrés y conexión interior

El estrés puede alterar profundamente nuestro equilibrio hormonal.

Por eso, Helena incorporó rituales diarios de silencio, meditación y respiración consciente.

Estos momentos de conexión le permitieron redescubrir lo maravillosa que era y reconectar con su amor propio.

Entendió que muchos de los miedos y pensamientos negativos —como no sentirse suficiente, dudar de su belleza o creer que no encajaba— no eran reales, sino respuestas automáticas al estrés y la falta de información.

La sexualidad también se transforma

La sexualidad es una parte hermosa y natural de la vida.

Cuando aparece la resequedad vaginal, no solo hay molestias físicas, sino también emocionales.

Puede provocar ansiedad, tristeza o sensación de desconexión, pero no significa el fin del placer.

Significa que el cuerpo está pidiendo atención, amor y equilibrio.

🌸 Conclusión

Cuidar la alimentación, hidratarse, elegir productos adecuados y aprender a escuchar el cuerpo puede transformar por completo esta etapa.

La perimenopausia no es una pérdida: es una nueva oportunidad de conocerte, sanar y reconectarte contigo misma.

💫 Tu bienestar es un viaje de amor propio, y cada paso que tomes para cuidarte es un acto de valentía y amor hacia ti misma.

Las recomendaciones y consejos compartidos en este blog son basados en mi experiencia personal y conocimiento en productos naturales. No deben considerarse como sustitutos de la consulta médica profesional. Si tienes alguna condición médica o estás considerando hacer cambios significativos en tu dieta o estilo de vida, te recomiendo que consultes a un profesional de la salud.

Estoy emocionada de compartir contigo un PDF con recomendaciones personalizadas según tu dosha. Este documento incluye rutinas y recetas adaptadas para ayudarte a encontrar equilibrio y bienestar. ¡Descárgalo y empieza tu viaje hacia una vida más plena!

Te invito que continúes hasta el final, donde compartiré un PDF y descubras más acerca de tu Dosha.